Es probable que en algún momento hayas escuchado sobre metodologías ágiles, y más aún si te dedicás al desarrollo de software, el diseño, el project management o tantos otros rubros más.
Desde el vamos el nombre parece copado pero, ¿qué son las metodologías ágiles? ¿cómo funcionan y a dónde las puedo aplicar?
El término “ágil” tal vez nos suene a rapidéz, a velocidad pero en este caso, además de eso, tiene que ver con una cuestión de adaptabilidad al cambio, al contexto de un proyecto y a sus condiciones. Es por esto que conseguiremos resultados más eficaces y acordes a los objetivos que se plantean.
Para lograr todo esto, las metodologías ágiles se basan en algunos principios, tales como:
- Satisfacción al cliente: Un proyecto es exitoso justamente cuando las partes interesadas en él quedan conformes con su realización y el mismo cumple con las necesidades para las cuales fue planteado. Mientras mejor se cumplan esas expectativas, mayor será el éxito del proyecto
- Bienvenidos los cambios: casi todos los proyectos, por más simples que parezcan, sufren cambios, lo dice la constitución (?). Ya sea por una falla en el relevamiento de necesidades, un cliente indeciso (esto pasa mucho más de lo que nos gustaría), cambios políticos, o el motivo que fuese. Las modificaciones son prácticamente inevitables, y, por lo tanto, hay estar preparados para que cuando surjan, podamos actuar lo más rápido posible.
- Trabajo en equipo y comunicación constante: el que mucho abarca… no se le miran los dientes. Bueno, así no era, pero no importa. La cuestión es que mientras más nos podamos enfocar en cuestiones específicas, mejores serán los resultados que podemos obtener sin perder el foco en el objetivo principal. y para eso necesitamos tener una comunicación constante con el resto del equipo y asegurarnos de que todos estemos encaminados.
- Resultados cortos y simples: una forma de mantener la motivación y la confianza durante la realización de un proyecto es ver resultados a corto plazo. Para eso debemos separar los objetivos finales en objetivos más pequeños y realizables que nos demuestren que no estamos siempre en el mismo lugar.
Implementar estas metodologías trae muchas ventajas, entre las cuales podemos enumerar:
- Ayudan a la motivación del equipo de trabajo y el cliente
- Se ahorran tiempos y costos
- Eliminación de características innecesarias de un proyecto
- Podemos superar problemas de manera rápida.
- Se gana flexibilidad, eficiencia y rapidez
COMO APLICARLO
Metodologías ágiles hay un montón, y existen diferentes formas de aplicación para casi cualquier proyecto. Si bien en su mayoría están orientadas al desarrollo de software, pueden utilizarse en otros rubros y ahora nosotros intentaremos aplicarlas en la vida diaria.
Para eso, vamos a adaptar un framework de trabajo super flexible llamado Scrum.
Imaginemos que nuestro proyecto tiene que ver con aprobar una materia recontra difícil. Para eso debemos aprender un montón de unidades y adquirir una serie de conocimientos que nos van a permitir aprobarla.
Para llevar adelante la metodología, comenzamos definiendo un Product Backlog o cartera de producto que va a detallar todo lo que tenemos que hacer para cumplir con nuestro objetivo:
Product Backlog |
Aprender la Unidad 1 Reforzar la práctica de la Unidad 2 Aprender la teoría de la Unidad 3 Aprender la Unidad 4 Realizar el trabajo práctico |
Como dijimos hoy, la idea es comenzar con resultados cortos y simples que nos demuestren que estamos avanzando, así que tomamos algunos requisitos de ese Product Backlog y lo llevamos a lo que se llama un Sprint, que vendría a ser como una especie de trabajo que vamos a ir repitiendo. En cada repetición tendremos un desarrollo de nuestro proyecto más sólido y estaremos más cerca de nuestro objetivo principal. El Sprint debe durar entre dos semanas y un mes, no más.
Product Backlog | Sprint 1 |
Aprender la teoría de la Unidad 3 Aprender la Unidad 4 Realizar el trabajo práctico | Aprender la Unidad 1 Reforzar la práctica de la Unidad 2 |
Mientras dura el Sprint tenemos que revisar, en lo posible de manera diaria, como venimos con los objetivos planteados para ese Sprint y qué tan posible es realizarlos. No se preocupen si ven que algunas de las tareas planificadas no se cumplen, pasarán al siguiente Sprint, y así… Siempre y cuando no se pierda demasiado en el foco final.
Cuando terminamos el Sprint nos tomamos un ratito para analizar qué fue lo que hicimos, si pudimos cumplir con todo, ajustamos nuestras planificaciones, hacemos una estimación más real y tomamos nueva tareas del Product Backlog para el segundo Sprint y realizamos el mismo trabajo.
Product Backlog | Sprint 1 | Sprint 2 |
Realizar el trabajo práctico | Aprender la teoría de la Unidad 3 Aprender la Unidad 4 |
Cuando el segundo Sprint haya terminado ya vamos a estar más cerca de poder aprobar (ya sé que la vida estudiantil no es exactamente así, pero seamos felices un momento y supongamos que sí).
En el medio puede que necesites ayuda para algo, estudies con un profe particular u organices con un compañere para dividirse tareas para el trabajo práctico. Ahí aparece el equipo que te va a ayudar a cumplir con el objetivo. Importante: que no te de vergüenza pedir ayuda o soporte, con la cantidad justas de personas en un equipo los resultados que se consiguen son los mejores, también lo dice la constitución.
En otro orden de cosas puede pasar que tu profe cambie los temas de un examen, pida un trabajo práctico nuevo u otro profesor te la complique metiendo el examen el mismo día (da un poquito de bronca, ¿no?). Ahí vas a necesitar una revisión de tus tareas para ver cómo te organizás (lo ideal es siempre tener un pequeño espacio en cada Sprint para poder reacomodarte).
Por último, una vez terminados los Sprints y cubiertas todas las tareas del Product Backlog vas a estar en condiciones de aprobar. ¡Felicitaciones!
On Adue solemos utilizar Scrum para algunos de nuestros proyectos, lo que nos permite alcanzar grandes resultados de manera muy eficaz. No dudes en comunicarte con nosotros si tenés alguna duda. ¡Let’s Adue it!